lunes, 15 de diciembre de 2008

Quiero compartir mi experiencia por si puede ayudar a alguna persona que se haye en una situación similar a la mía.
En enero hará seis años que mi vida empezó a cambiar. Llevaba una temporada con dolores en la zona del coxis y los médicos me decían que era artrósis. En una revisión "rutinaria" ginecológica, me descubrieron un tumor en la zona sacra, que no habían visto con anterioridad, dado que todas las pruebas acababan en la región lumbar de la columna, ya que el resto al estar fija no suele dar problemas.
Me operaron en marzo de 2003, extirpándome el tumor, tres vértebras sacras con el coxis y un montón de terminaciones nerviosas. Claro la anatomía patológica confirmó que aquello era cáncer, un cordoma, algo que no había oído nombrar en mi vida. Me radiaron, ya que este tipo de cáncer no responde a la quimioterapia.
Lo más duro, aunque parezca mentira fue hacerme a la sensación que me quedó en las piernas, parecía que las tenía siempre dormidas. La zona de los glúteos prácticamente la tengo insensibilizada y el sentarme era hasta doloroso, si no lo hacía sobre algo blanco o estaba mucho tiempo en la misma postura.
Pero poco a poco fuí acostumbrándome y la zona fue cicatrizando. Parecía que todo estaba casi olvidado, empezaba a retomar mi vida cuando en julio de 2006, empezé a notar dolor en las rodillas.
Como me hacían revisiones periódicas, no se me ocurrió pensar en recidiva, hasta que un traumatólogo despierto me mandó una resonancia de la zona lumbar de la columna, no del sacro como me estaban haciendo.
Volvió a salir, tenía las vértebras L3-L4 afectadas. En este momento se me cayó el alma a los pies. De nuevo tenía que luchar contra la enfermedad. Nuevamente pasé por el quirófano, con problemas pues no podían acceder por la zona más cómoda, debido a que mi abdomen ya llevaba 3 intervenciones, así que al final lo hicieron por detrás, me reconstruyeron una vértebra y la otra un poco y me pusieron una placa uniéndome de la L1 a la L5.
La recuperación de esta operación fue muy dura. No podía casi andar, tanto tiempo con el tumor me había afectado a las piernas y no tenía casi fuerza. Tenía dolores muy fuertez en la columna, por todo lo que me habían hecho y tuve que llevar un corsé ortopédico para sujetar la espalda.
La radioterapia me produjo una anemia de caballo y pasaba todo el día arrastrándome de la cama al sofá y poco más.
Poco a poco iba mejorando tanto física como anímicamente, cuando en abril 2007 me descubrieron una nueva metástasis, esta vez en la zona perirectal, no operable en principio, pues me dijeron que me quedaría de cintura para abajo insensible.
En ese momento pensé que mi vida estaba acabada, la cirugía era la única cosa que me había ido salvando. Y la cosa fue a peor, en junio me hicieron un TAC y el cáncer se iba extendiendo. Ya no era sólo el no operable, sino también en la vértebra D-10 y unos pequeños nódulos en el pulmón izquierdo. Pasé un tiempo muy malo.
Los médicos me hablaron de un tratamiento que podía frenar el crecimiento de los tumores, pero que debía aprobarlo el Ministerio de Sanidad. Después de los trámites necesarios a finales de Noviembre pude empezar con el tratamiento.
Yo lo comparo a una quimioterapia pero en pastillas. Mismas náuseas y vómitos, caída de pelo, menos mal que no es total, sólo un poco, bajada de defensas, anemia, retención de líquidos y unos cuantos efectos secundarios más.
Pero lo más importante es que hemos conseguido para la enfermedad. Llevo un año tomando las pastillas, me han reducido la dosis a la mitad que al principio, con lo cual he mejorado mi aspecto personal, tengo menos anemia y puedo hacer una vida un poco más normal.
Por supuesto volví a trabajar, he conseguido frenar un poco los dolores y hago una vida más o menos normal.
Vuelvo a tener ganas de vivir la vida, tanto que este verano hice el viaje que había soñado toda la vida, me fui a Egipto y aguanté la paliza.
Esta es mi experiencia de la lucha contra una enfermedad cruel, que se lleva la vida de muchas buenas personas, todas somo buenas, y a la que tenemos que plantar cara para que no nos venza antes de tiempo. Espero que sirva de ayuda para todo aquel que lo lea y se encuentre en circunstancias similares. Y para todo lo que queraís aquí estoy.

5 comentarios:

CARMEN dijo...

Hola Nieves!!
Aunque lo he vivido cerca, contigo, leerte, me ha hecho emocionarme.
Muchos besos

Nieves dijo...

Pues dile a Marta que lo lea, a ver si así reacciona un poco y se anima. Besos

La casita de Mar dijo...

¡Nieves cariño! eres una mujer super fuerte y valiente, me ha encantado conocerte y saber el corage que tienes, para lo que necesites ya sabes dónde estoy te paso mi móvil y cuando puedas pasame el tuyo que tenemos un cafelito pendiente.

Cuidate mucho y sigue así , eres un ejemplo para todo@s nosotr@s, besitos.

La casita de Mar dijo...

No veo tu mail en el perfil, yo tengo el mío en el blog cuando puedas me pasas el tfno, besitos.

Nieves dijo...

Ahora mismo lo soluciono Mar.
Un beso