La verdad es que me he pensado mucho poner esta receta porque no tiene ni punto de comparación con la que hizo
Toñi (
Picapusa), que es a quien se la copié. A ella le quedó un auténtico
brioche, bien
formadito y con una pinta estupenda, pero a pesar que a mí me han quedado como
rollitos individuales no he querido dejar de decir lo bueno que está y lo que merece la pena prepararlo. Creo que mi problema fue de tiempo, no dejé levar lo suficiente la masa una vez rellena, la próxima vez lo haré con más tiempo que las prisas no son buenas para nada.
Ingredientes:
Para el pan de
Viena:
250
ml. de leche entera
15
gr, de levadura fresca de panadero
2 huevos (uno más para pintar)
500
gr. de harina de fuerza
40
gr. de azúcar
10
gr. de sal
60
gr. de mantequilla
Para el relleno:
Lonchas de jamón
yorkLonchas de queso
Tomate frito.
Preparación:
Disolvemos la levadura en la leche caliente y ponemos todos los ingredientes en la cubeta de la panificadora, primero los líquidos y después los solidos, teniendo cuidado que la sal no toque la levadura. Programa de amasado con levado. Cuando acabe sacamos la masa y le rompemos el levado, extendemos con el rodillo hasta hacer un rectángulo de un centímetro de grosor. Untamos de tomate frito y colocamos las lonchas de jamón y queso bien extendidas. Con un corta pizzas cortamos tiras de unos tres centímetros de ancho por doce de largo, enrollamos. En la bandeja de horno con un papel de hornear colocamos un molde de aro desmontable, sin la base, cubrimos de papel también el lateral y vamos colocando dentro del molde los pollitos. Dejamos que leve de nuevo, después pintamos con huevo batido y llevamos al horno, precalentado y con un recipiente de agua, a 190º durante 20 minutos, hasta que esté dorado.