Que ilusión, esta mañana cuando he entrado en el blog he visto que ya he pasado de las diez mil visitas. Quien lo iba a decir cuando hace unos diez meses inicié esta aventura, pensando que a nadie le interesaría las cosas que quería decir, mis humildes recetas o mi lucha con la enfermedad. Pero me habéis demostrado que yo también puedo tener un huequito en este mundo virtual y que aquí se pueden encontrar verdaderos amigos que escuchan, les parece bien lo que cocinamos y se preocupan y me animan a continuar con mi apuesta por la vida. GRACIAS a todos.
Bueno después de ponerme tan trascendental aquí os dejo una receta que nos gustó mucho, sólo tengo que ponerle una pequeña pega, había poca salsa, la próxima vez le añadiré un poco de caldo de pescado o incluso agua con una pastillita y dejaré cocer un rato más, pues estaba muy rico.
Ingredientes:
½ k de merluza o pescadilla (puede ser congelada)
Un vaso de vino blanco
Miga de pan del día anterior empapada en leche
Dos huevos
Ajo
Perejil
Una hoja de laurel
Pan rallado
Una lata de berberechos al natural
1 Cebolla
Preparación:
Ponemos a hervir la merluza con la piel para que no se deshaga, con la mitad del vino, sal, el laurel y un poquito de agua. Mientras ponemos la miga de pan a remojar en la leche. Una vez hervida la merluza, quitamos la piel y las espinas y desmenuzamos en un bol. Le ponemos la miga de pan bien escurrida, el ajo bien picado, el perejil, un huevo y lo mezclamos bien. La masa debe quedar consistente pero jugosa. Vamos haciendo las albóndigas pasándolas por huevo y pan rallado y freímos en aceite caliente procurando que no queden oscuras al freírlas y reservamos en una cazuela. Picamos la cebolla y la pochamos muy bien con un poco de aceite. Una vez blanda, incorporamos el resto de vino y la lata de berberechos con su caldo y lo vertemos en la cazuela donde tenemos las albóndigas ya fritas. Dejar hervir unos 3 o 4 minutos lentamente.
Ponemos a hervir la merluza con la piel para que no se deshaga, con la mitad del vino, sal, el laurel y un poquito de agua. Mientras ponemos la miga de pan a remojar en la leche. Una vez hervida la merluza, quitamos la piel y las espinas y desmenuzamos en un bol. Le ponemos la miga de pan bien escurrida, el ajo bien picado, el perejil, un huevo y lo mezclamos bien. La masa debe quedar consistente pero jugosa. Vamos haciendo las albóndigas pasándolas por huevo y pan rallado y freímos en aceite caliente procurando que no queden oscuras al freírlas y reservamos en una cazuela. Picamos la cebolla y la pochamos muy bien con un poco de aceite. Una vez blanda, incorporamos el resto de vino y la lata de berberechos con su caldo y lo vertemos en la cazuela donde tenemos las albóndigas ya fritas. Dejar hervir unos 3 o 4 minutos lentamente.